Portafolio

22.11.05

Marco para la buena enseñanza



Fecha: 19 de Noviembre 2005

Para llegar a ser un buen profesor, un docente de alta calidad, que pueda lograr la superación de sus alumnos, etc. es necesario guiarse por un conducto que regule la labor de la profesión docente. Para ello, el Ministerio de Educación, la Asociación Chilena de Municipalidades y el Colegio de Profesores de Chile han creado un instrumento teniendo en vista la experiencia nacional e internacional sobre criterios acerca del desempeño profesional de docentes en los sistemas escolares. A esto se le llamó “Marco para la buena enseñanza”.
Este marco se caracteriza por la formación de docentes comprometidos con la formación de sus estudiantes, representando todas las responsabilidades de un profesor en el desarrollo de su trabajo diario.
Los docentes deben enfocar sus esfuerzos de mejoramiento, asumir la riqueza de la profesión docente, mirarse a sí mismos, evaluar su desempeño y potenciar su desarrollo profesional.
El hilo unificador que recorre todo el marco consiste en involucrar a todos los alumnos en el aprendizaje de contenidos importantes.
¿Qué es necesario saber? ¿Qué es necesario saber hacer? Y ¿Cuán bien se debe hacer? O ¿Cuán bien se esta haciendo? Son las preguntas que recorren el conjunto del marco, que se divide en cuatro dominios que son:
A. Preparación de la enseñanza.
B. Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje.
C. Enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes.
D. Responsabilidades profesionales.

Cada uno de estos se divide en criterios que van de acuerdo a cada dominio y que hacen más específico el contenido del marco.

El dominio A busca que el profesor domine el marco curricular nacional, es decir, los objetivos de aprendizaje y contenidos establecidos por el marco que son los conocimientos, habilidades, competencias, actitudes y valores que sus alumnos requieren alcanzar parta desenvolverse en la sociedad actual. Por esto el profesor debe tener un profundo conocimiento y comprensión de las disciplinas que enseña.
Además deben darse cuanta que ellos enseñan a alumnos determinados y en contextos específicos, cuyas condiciones y particularidades deben ser consideradas al momento de diseñar las actividades de enseñanza.
Los desempeños del docente en este dominio se demuestran a través de las planificaciones y en los efectos de estas en el desarrollo del proceso de enseñanza y de aprendizaje en el aula.

El dominio B se refiere al ambiente y clima que genera el docente en el cual tienen lugar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Se destaca el carácter de las interacciones que ocurren en el aula, tanto entre docentes y estudiantes como de los estudiantes entre sí. Los aprendizajes son favorecidos cuando ocurren en un clima de confianza, aceptación, equidad y respeto entre las personas y cuando se establecen y mantienen normas constructivas de comportamiento.
Las habilidades involucradas en este dominio se demuestran en la existencia de un ambiente estimulante y un profundo compromiso del profesor con los aprendizajes y el desarrollo de sus estudiantes.

El dominio C se basa en que el profesor debe generar oportunidades de aprendizaje y desarrollo para todos sus estudiantes. Se ven las habilidades del profesor para organizar situaciones interesantes y productivas, que consideren los saberes e intereses del estudiante y proporcionarles recursos adecuados y apoyos pertinentes.
El profesor debe involucrarse como persona y compartir con los estudiantes los objetivos de aprendizaje y los procedimientos que se pondrán en juego.
Dentro de este dominio se destaca la necesidad de que el profesor monitoree en forma permanente los aprendizajes, con el fin de retroalimentar sus propias prácticas, adecuándolas a las necesidades detectadas en sus alumnos.

El dominio D lo componen las responsabilidades profesionales del profesor en cuanto su principal propósito y compromiso es contribuir a que todos los alumnos aprendan.
Esto implica la conciencia del docente sobre las propias necesidades de aprendizaje, así como su compromiso y participación en el proyecto educativo del establecimiento y en las políticas nacionales de educación.
Debe evaluar sus procesos de aprendizaje con el fin de comprenderlos, descubrir sus dificultades, ayudarlos a superarlas y considerar el efecto que ejercen sus propias estrategias de trabajo. Debe, además, formar parte constructiva del entorno donde trabaja, compartir a prender de sus colegas: sentirse un aprendiz permanente y un integrante del sistema nacional de educación.

Niveles de desempeño por descriptores


Para apreciar con mayor exactitud cuál es el nivel de desempeño alcanzado por los docentes, se requiere de patrones de comparación que permitan determinar en qué grado cada criterio específico ha sido logrado.
Los niveles de desempeño son útiles para orientar al docente sobre lo que se espera de él y para permitir su propia autoevaluación a partir de criterios compartidos por todos.
Se considerara la comprensión del docente de los supuestos subyacentes relativos al descriptor, su pericia en la puesta en práctica del descriptor, el impacto de la aplicación del descriptor en los aprendizajes de los estudiantes, el compromiso de los estudiantes y de la comunidad educativa en la aplicación del descriptor.
Su consideración obliga a tomar en cuenta orientaciones de particular relevancia relativas al mejoramiento de los aprendizajes de los alumnos, como son el dominio profundo del profesor del cuerpo específico de conocimientos que conforman el núcleo de la profesión docente y de la disciplina que enseña; el dominio de las competencias y habilidades necesarias para poner en práctica dichos conocimientos en el aula; la capacidad de orientar sus saberes al mejoramiento de los aprendizajes de sus alumnos; y su capacidad para involucrar a alumnos y padres con el proceso de aprendizaje.

DE Paula at 2:23 p. m. | 153 comments

21.11.05

Trabajo individual



Tema: Historia de la formación docente en Chile
Fecha: 15-20 de Septiembre 2005

En los comienzos de la formación docente solo existían los docentes improvisados, personas sin formación profesional alguna. Solo sabían lo básico.
La primera legislación referente a la formación de profesores que existe en Chile es el reglamento de maestros de primeras letras de 1813. Luego en un primer período de profesionalización se observa la creación de instituciones de formación inicial (1842-1889). Se funda la Escuela Normal de Preceptores de Santiago en 1842 comenzando así con el normalismo para luego seguir con el “Modelo Instituto Pedagógico”.
Luego viene un segundo período de profesionalización en el que se ven recientes cambios en la formación de docentes, es decir, como lo vemos en la actualidad.

“El temprano normalismo”
Si bien tenían muchos conocimientos, no se les enseñaban métodos de enseñanza por lo que no conseguían los resultados esperados.

La reforma buscaba uniformar los métodos de enseñanza conforme a los últimos métodos de la pedagogía.

A comienzos de los años 80 comienza una reforma que empezó con la aprobación en 1883 de una nueva legislación para la educación primaria y normal. Se disponían recursos económicos para construir nuevos establecimientos y contratar profesores extranjeros. Además, se permitía la salida de profesores al extranjero para perfeccionarse.
En 1885 llegan profesores alemanes con nociones pedagógicas de J.F Herbart que decía que el fin de la educación era la formación del carácter con el aprendizaje en el tiempo. El carácter era concebido como una moral, disciplina intelectual, orden, puntualidad y obediencia. El énfasis estaba en los métodos de instrucción.
Contribuciones alemanas:
 Rigurosidad del proceso de instrucción.
 Incorporación de psicología pedagógica crítica, metodología pedagógica, historia de la pedagogía, “clases modelo”.
 Enriquecimiento del currículo con educación física, música, canto, artes, trabajos manuales, lectura y escritura.

En 1883 se establecieron los estudios por cinco años.
En 1890 se estableció la distribución horaria y secuencia de materias.


“El Instituto Pedagógico en su etapa fundacional”
En 1879 se creó la carrera de maestro secundario.
Muchos políticos y educadores, en su afán de mejorar la preparación de profesores secundarios, llegaron a formar el Instituto Pedagógico.
Aunque al principio fue rechazado, en 1889 se instaló el Instituto Pedagógico a cargo de catedráticos alemanes. Paso a ser parte de la Universidad de Chile y tuvo gran aceptación.

Entre la primera y la segunda profesionalización: la presión de la cantidad

“Las escuelas normales del siglo XX”
En la primera década del siglo XX se llevó a cabo la formación de nuevas escuelas normales estatales.
1904 => Tercera Escuela normal de niñas en Santiago.
=> Escuela normal de mujeres en Puerto Montt.
1905 => Escuela normal de hombres en Copiapó.
1906 => Escuela normal en San Felipe.
=> Escuela normal en Curico.
=> Escuela normal en Victoria.
=> Escuela normal en Talca.
=> Escuela normal en Limache.
1908 => Escuela normal en Angol.
1930 => Escuela normal en Ancud.

Eran dirigidas principalmente por chilenos, pero a cargo de alemanes y norteamericanos.
Se formaron escuelas normales particulares católicas y el curso normal en la Universidad de Concepción en 1926 que era mixto.

Gertrudis Muñoz, alumna de las primeras generaciones de las escuelas normales, decía que estas tenían varias cosas positivas:
1. Internado
2. Gratis (alojamiento y alimentación)
3. Seis años post-primarios
4. Alta demanda (mejores alumnos)
5. Desde 1929, distinción entre normales urbanas y rurales.
6. condición económica estrechísima.


Y criticaba lo siguiente:

1. Desconocimiento de materias del programa primario
2. Desorientación pedagógica y metodológica
3. Falta de responsabilidad y espíritu de sacrificio
4. Verdadera anarquía y abandono de maestros rurales
5. Los hombres descuidaban sus actividades políticas, económicas y otras.

Decía que antes en la escuela normal había deficiencias pero unidad. Se conocían menos corrientes y posibilidades diversas de enseñar, conocían solo la pedagogía herbartiana y en todo Chile era igual, todos egresaban expeditos en procedimientos técnicos, en la lectura se seguía el método de la “palabra normal”.


“Tecnificación del desempeño docente”
La educación primaria atravesaba desde 1920 por un período que podría denominarse como de racionalización y tecnificación.
A fines de 1927 los maestros primarios organizados en gremios insistieron en una reforma general de la educación en la estructura, organización institucional, gestión, concepciones pedagógicas y naturaleza del trabajo docente.
La unión del autoritarismo y formalismo de pedagogos prusianos más la ideología social-libertaria de las FECH de 1920 llevó a reformistas de 1928 a apropiarse de la pedagogía activa y paidocéntrica en contra de la herbartiana. Se acercaba al profesionalismo autonómico.
Los reformistas de 1928 intentaron demoler el edifico del normalismo. Querían que el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile fuera una Escuela de profesores secundarios ya que la función docente era una sola, de carácter profesional y no podía segmentarse por niveles.

“Crisis final del normalismo”
Entre los años 50 y 60 se criticaba la actual forma de enseñanza, es decir, las escuelas normales, pidiéndose una unificación de la formación de profesores, una “escuela única de pedagogía”.
Se paso de una formación normalista post-primaria a una post-secundaria con el fin de elevar el grado de la educación.

Postular una ubicación en el espacio de educación superior suponía el total abandono del modelo tradicional. Ahora se pensaba en la formación de jóvenes egresados de la educación secundaria y acercarla más al espacio universitario en el que estaba la formación de profesores de educación media.

Además de esto el normalismo sintió el impacto de una nueva corriente: la creación de carreras universitarias de profesores primarios o de educación general básica y en régimen de externado (principalmente en la Universidad de Chile y en la Universidad de Concepción).

Se convirtieron las escuelas normales fiscales a post-secundarias.

Se gestó una reforma completa a las escuelas normales que contemplaba cinco proyectos:

1. Perfeccionamiento de personal docente.
2. Investigación y desarrollo de material didáctico para la enseñanza primaria.
3. Preparación de material técnico para comprensión, desarrollo y evaluación del personal docente en formación.
4. Formación de administradores, supervisores y otros especialistas en enseñanza básica.
5. Construcción y equipamiento de escuelas normales.

Se propuso además una reforma en el currículo, pero en medio del ambiente anti-imperialista los gremios docentes bloquearon el proyecto de cambio.

La dictadura finalmente suprimió el normalismo tradicional, transfiriendo infraestructuras, responsabilidades y compromisos formativos a universidades (1973), impidiendo la agonía de las escuelas normales.

El termino del normalismo fue sin lugar a dudas un gran avance en la formación docente de Chile, ya que permitió y potenció la formación de docentes a nivel universitario lo que lógicamente es mejor desde un punto de vista formativo, ayudando a un mejor nivel de docentes y así mejorando el resto de la educación.


“El modelo Instituto pedagógico”
Este instituto prácticamente monopolizó la formación de profesores secundarios en Chile hasta los años 40 del siglo pasado. Modelo fue el I.P de la Universidad de Chile en su organización curricular ya que debía ser adoptada por las universidades privadas. Pero este modeló experimentó grandes adecuaciones según los requerimientos de la masificación de la educación media y al propio desarrollo histórico de la educación superior.
Fueron creciendo en numero las universidades, y fueron entrando a competir con la institución fundante en la formación universitaria de profesores. La Universidad Católica de Chile creó su propia Escuela de Educación, destinada a formar docentes para la educación parvularia, primaria y media.
En los años 40 a 70, se diversificó el área de formación de profesores de la Universidad de Chile en dos sentidos: la Facultad de filosofía y educación abrió carreras pedagógicas para otros niveles del sistema escolar: educación parvularia en 1941, educación básica en los años 60, educación diferencial en los 70 y carreras de postgrado de formación de orientadores y de profesores de educación.
Fue de gran importancia también la creación de sedes o campus en diversas provincias. En 1973 había sedes regionales de 24 de las 25 provincias existentes. En la mayoría de ellas había carreras de educación.
La formación inicial no entregó la base teórica y científica suficiente como para fundamenta un rol profesional. Tras esta visión, se encontraba la presión de los requerimientos de expansión, que exigían una producción creciente y barata de nuevos educadores de educación primaria. Sin embargo, en la educación secundaria se formaban en el dominio de una o más disciplinas con un rigor académico que podría equipararse a un nivel de licenciatura o maestría del presente.
Todos los cambios que se fueron dando sin duda son muy positivos ya que consiguieron la formación que existe hoy en día de docentes. Sólo nos queda mejorarla aun más.

“Perspectiva: entrada en la segunda profesionalización”
En los años 90 se entro a una segunda profesionalización, que era la base del mejoramiento de la calidad de la educación. Se sabe que en ese tiempo solo se daba una formación inicial a docentes, pero no eran completamente profesionales.
Tanto en el siglo XX como en el XIX el empleo del concepto “profesional” escondía en la división del trabajo al interior del campo educativo, un rol propiamente técnico: el docente como un operador mas o menos calificado respecto a normas o planificaciones elaboradas y decididas por agentes situados fuera de la práctica docente.

Los requerimientos de la expansión del servicio público de educación, obligaban a apurar y abaratar la formación de docentes y la uniformidad era una condición favorable.
Cuando los sistemas resuelven razonablemente sus problemas cuantitativos, tienden a poner la mirada en los problemas de calidad y sentido de la formación escolar y a plantearse de modo distinto el tema de la profesionalización de sus docentes.
Pero la práctica política del profesionalismo docente, entre 1974 y 1979 no se sostuvo en el tiempo y fue desvirtuada por el carácter de la universidad en que se había anidado la formación (universidad vigilada y empobrecida) y por el carácter disciplinante del encuadramiento gremial y de las regulaciones estatutarias de fines de los 70 (Ley de la Carrera Docente de 1979). La formación inicial de docentes, a su turno, conceptualmente fue reubicada fuera de la esfera de las universidades. La definición de las carreras pedagógicas como propias de los Institutos Profesionales fue expresiva de una recuperación de la definición técnica del trabajo docente. La destrucción de la Facultad universitaria que era heredera del viejo Instituto Pedagógico, fue emblemática.

“... En vez de valorizar el carácter universitario de la formación, se le desvirtuaba..
La conversión de las dos Academias Superiores de Ciencias Pedagógicas (de Santiago y Valparaíso), en sendas Universidades de Ciencias de la Educación, a partir de 1987, representó una rectificación en el discurso oficial aunque no necesariamente en la práctica política correspondiente.
En lo conceptual, significaba que la formación inicial de docentes volvía, hasta cierto punto, a reconocerse oficialmente como de nivel universitario.
La inclusión de educación en el listado de las carreras universitarias según la LOCE.
El régimen democrático instalado en 1990 sostuvo una primera política hacia los docentes, que antecedió y enmarcó a una segunda política, ejecutada desde 1996. La política inicial se centró en la dictación y puesta en marcha del llamado “estatuto docente”, del cual en este artículo se examinarán las implicaciones simbólicas o sobre la subjetividad de los docentes, así como sus dimensiones políticas e institucionales.
La nueva y capital ley sobre los docentes, se denominó oficialmente Estatuto de los Profesionales de la Educación. Yendo más allá, cimentaba legalmente la competencia técnica que de todas maneras supone la profesión docente, en “bases de conocimiento científico y teórico alcanzables sólo en una formación de nivel superior.” La política de “fortalecimiento de la profesión docente” como contexto de la reforma de la formación inicial (PFFID) y del desarrollo profesional.

DE Paula at 4:17 p. m. | 1 comments

La formación de educadores en Chile y los desafíos del nuevo siglo.



El término globalización ronda cada vez con mayor fuerza en todos los ámbitos de la vida del hombre, sobretodo en lo que refiere a economía y política. Un término que sin duda puede beneficiar las relaciones entre países o entre distintos grupos, y que no tiene fronteras. No respeta religiones, países, clases sociales, etc. Nos acercamos en consecuencia a un mundo sumamente integrado, pero del que no sabemos cuales serán los beneficios, mucho menos los países más marginados.
Podemos decir que esta globalización nos podría llevar al desarrollo más completo de todas las naciones; el avance tecnológico es cada vez más notorio y beneficioso, pero cada vez más excluyente de esa parte del mundo que no goza de los recursos necesarios para adquirir tales medios.
Vemos esto reflejado en la educación, el sismo existente entre la educación pública y privada no deja de ser preocupante para los educadores, que ven en su trabajo una responsabilidad mucho mayor que enfrentar.
Dentro de los desafíos con los que nos encontraremos, son de gran importancia estos tres: acentuar la formación en torno a nuestra cultura y valores, permear el proceso educativo con la idea de una modernización permanente y amplia y lograr una educación que permita efectivamente conseguir una más equitativa distribución de los ingresos.

Los valores y la cultura son aspectos esenciales para poder mantener ciertos rasgos comunes que nos permitan sobrevivir como nacionalidad en el contexto de una trascendente globalización. No es menso cierto que la transmisión de esos elementos inter-generacionalmente requieren un cierto consenso a la vez que un principio de unidad nacional. Y no es misterio que nuestra sociedad envuelve profundas contradicciones, que han sido generadas y retroalimentadas por nuestras diferencias internas en materia social, económica, étnica y regional.
Sin embargo, la educación ha hecho muy poco por tratar de superar estos problemas, la movilidad social ha disminuido, los contenidos integradores se han minimizado, y se tiende a privilegiar las diferencias no precisamente en una actitud de tolerancia y diversidad, sino en la protección de compartimentos sociales. Hay un gran énfasis en ramos y disciplinas, poco en valores y en perspectivas de formación integral, cuestión que esta cambiando con las actuales reformas, pero que necesitan una dinámica mayor y más participativa.
Nuestra labor esta en cambiar este futuro difícil que se ve, en tratar de mejorar los errores del presente y ayudar al desarrollo del país a través de su base, la educación.
La educación debe formar individuos críticos y creadores, participativos, capaces de convertirse en agentes de cambio. Tiene que formar personas tolerantes, capaces de entender la pluralidad como una cuestión natural de la dinámica social, de la propia diversidad natural que surge de una realidad geográfica y material tan significativamente distinta en nuestra realidad. Individuos críticos y tolerantes dan paso a una sociedad dominada por las ideas y la inteligencia, mas que por dogmas, creencias vagas, principios transitorios, valores superficiales. Aquí hay una gran responsabilidad para el sistema educativo y sus actores directos, es decir, para los profesores. Por esto la formación de profesores debe ser completa y perfecta, para que quienes queden bajo la enseñanza de esos profesores sean personas comprometidas, consecuentes y triunfadoras.

Es imprescindible también el trabajo de docentes en el ámbito de superar el desequilibrio de ingresos que existe en nuestro país. Lograr que las clases mas bajas puedan verse beneficiadas con el solo hecho de estudiar es un sueño que no podemos desechar. Un sueño que es posible si ponemos todo de nuestra parte para que la educación que se recibe pueda mejorar rotundamente y entregue las herramientas necesarias para el completo desarrollo de las personas, y por ende, la superación de la pobreza, delincuencia, etc. haciendo de Chile un país mejor.


DE Paula at 4:15 p. m. | 0 comments

16.11.05

Código de ética


Dentro de lo necesario que debemos saber al integrarnos a la profesión docente cabe destacar la parte legar, es decir, el código de ética. Este documento esta dividido en ocho ítems: la profesión docente; normas de conducta ética entre los profesionales docentes y demás integrantes de la comunidad; de las relaciones con las autoridades educacionales; de las relaciones con la comunidad educacional; de la relación con el Colegio de Profesores de Chile A.G; las reclamaciones, acusaciones y juzgamiento de los asociados; reglamento de instrucción de procedimientos para la aplicación de sanciones estatutarias; de la vigencia del código de ética y su reglamento, abarcando estos todos los ámbitos legales de la profesión.

Este código establece normas muy claras para la práctica de esta profesión, ejercerla con estricto apego y respeto a consideraciones éticas y valores morales individuales y sociales, costumbres y tradiciones históricas sin abandonar la evolución que estas experimenten en la sociedad es primordial. El profesional debe desempeñar su labor con la dignidad y compromiso que esta necesite y respetar la dignidad de todas las personas; el pluralismo y tolerancia son claves en el momento de enfrentar su trabajo. La responsabilidad y honradez cumplir sus funciones, lealtad y colaboración, búsqueda de justicia y verdad, promoción de los derechos fundamentales de las personas y defensa de la cultura y patrimonios nacionales son esenciales.
Entre los profesionales cabe resaltar el respeto mutuo, traro cordial, tolerancia, honestidad y corrección en el uso y administración de medios materiales y conocimiento además de la ausencia de discriminaciones. Establecer un clima laboral y organizacional dentro de establecimiento educacional, estableciendo relaciones democráticas de colaboración y participación. Se deben solucionar los conflictos mediante diálogos y uso de persuasión.
Deben también respetar los derechos del niño y del hombre establecidos por la ONU, entregar una educación inclusiva, facilitando el aprendizaje a través del respeto de la diversidad, potencialidades, necesidades e intereses de sus alumnos y crear condiciones de mutuo respeto y confianza. Deben tener la capacidad de guardar informaciones confidenciales sin hacer un mal uso de ella; respetar la independencia otorgando asesoría y orientación y motivar la capacidad de liderazgo y compromiso entre los alumnos es una tarea fundamental.

Si bien los profesores cumplen un papel administrativo y de mandato, deben llevar relaciones de respeto recíproco con sus autoridades, permitiendo un equilibrio entre su autonomía y responsabilidad profesional. Su formación debe estar cimentada sobre su reputación técnica, su capacidad profesional y su honradez. En sus actividades gremiales, el docente velará por la plena autonomía e independencia de toda autoridad pública o privada y por el establecimiento de una comunicación franca, directa y respetuosa con aquellas, sobre la base de una clara delimitación del ámbito de actividades que a cada una de ellas corresponde.
El docente cumplirá con su función social de formación y orientación, promoviendo la defensa de una cultura auténticamente nacional y ayudará a la realización de cambios necesarios para el progreso económico, social y cultural del país. Además velará por la plena aplicación del principio de igualdad de oportunidades en el campo de la educación.
El docente forma parte de una institución que es el Colegio de Profesores de Chile A.G, expresándose en la afiliación y permanencia dentro de este, en el ejercicio de los derechos y cumplimiento de los deberes que contemplan los estatutos y reglamentos de dicha entidad, como el fortalecimiento cualitativo y cuantitativo del Colegio. Debe también acatar normas estatutarias y reglamentarias o acuerdos y resoluciones de las asambleas. Los docentes que ocupen cargos de responsabilidad deberán asumir y ejercer sus funciones gremiales con entrega, defendiendo el prestigio de la entidad, la dignidad y rol social de la profesión propendiendo al logro de mejoras en su condición de trabajo y remuneración. Atenderá además las peticiones de los asociados buscando su pronta solución.

El abandono intempestivo de sus labores gremiales y la negativa a escuchar a los asociados será calificado como falta grave a la ética. Actuara con independencia de las afinidades o diferencias políticas, familiares, religiosas o de cualquiera otro orden velando por los intereses generales del colegio. Los locales del gremio podrán ser usados por socios y para tareas gremiales, culturales y sociales de acuerdo a reglamentos y estatutos internos. Los directorios superiores tienen el deber de otorgar las máximas facilidades y gratuidad para el uso de los inmuebles del colegio de manera que funcionen debidamente los directorios comunales, provinciales y regionales.

La Comisión de Ética Nacional durara tres años renovables un año después de las elecciones del Colegio, siendo elegidos en Asamblea Nacional Extraordinaria y será formada por cinco miembros y dos suplentes. Para pertenecer a esta comisión será necesario tener una antigüedad de 10 años y destacada trayectoria profesional. Podrán ser reelectos. Esta comisión actuara conforme al Reglamento de Instrucción de Procedimientos para la aplicación de Sanciones Estatutarias y por delegación del Directorio del Colegio.
Toda conducta contraria a las limitaciones o prohibiciones de este código serán sancionadas de la siguiente manera, según su gravedad:

  • Censura por escrito
  • Suspensión de la calidad de asociado hasta por un año
  • Expulsión del Colegio de Profesores de Chile A.G

Sin embargo, además de la obligación del Colegio de juzgar y sancionar las conductas contrarias a la ética, deberá defender a sus asociados de las acciones o imputaciones injuriosas o calumniosas, que les afecten en su actuación gremial o profesional.

Este código tiene una vigencia de tres años a partir de su aplicación, lo que facilita el correcto uso de este reglamento y la pronta actualización dependiendo de los cambios que vayan siendo necesarios.

DE Paula at 3:30 p. m. | 0 comments

La educación encierra un tesoro, capítulo 7


EL PERSONAL DOCENTE EN BUSCA DE NUEVAS PERSPECTIVAS

Como hemos visto a lo largo de este texto, la Comisión otorga a la educación un valor importantísimo al desarrollo de individuos y sociedades, y vemos que en el futuro individuos y poderes públicos verán la búsqueda de conocimientos como un fin en sí mismo.
El aporte de maestros es esencial para preparar a los jóvenes con el fin de que ellos edifiquen de manera resuelta y responsable su futuro; contribuir al desarrollo, ayudar a cada individuo a manejar y comprender el fenómeno de la mundialización y favorecer la cohesión social ha sido labor de la educación primaria y secundaria.
Los profesores tienen un papel fundamental en la formación del carácter, despertar curiosidad en el estudio, desarrollar la autonomía, fomentar el rigor intelectual y crear condiciones para el éxito de la enseñanza formal y permanente. Favorecer el entendimiento mutuo y la tolerancia.
Para mejorar la calidad de la educación hay que empezar por mejorar la contratación, formación, situación social y condiciones de trabajo del personal docente.
Cuando los niños ven mucha tele, se presenta un gran contraste entre la entretención instantánea que ofrecen los medios de comunicación y las exigencias del éxito escolar. Los docentes junto con la escuela tienen la labor de convertir esta en un lugar más llamativo y atractivo y facilitar el entendimiento de la sociedad de la información.
Los docentes se ven enfrentados a problemas tales como la violencia, la drogadicción, el hambre, etc. y deben orientar ahí donde los padres, religión o poderes públicos han fracasado. Deben encontrar el equilibrio entre tradición y modernidad, entre las ideas y actitudes del niño y los contenidos del programa.
Se busca prolongar el proceso educativo fuera del establecimiento educacional, establecer vínculos entre las asignaturas enseñadas y la vida cotidiana. Pero también deben mantener una distancia entre la escuela y el entorno para que los alumnos puedan ejercer su sentido critico (autonomía, creatividad, curiosidad intelectual).

Dentro de las expectativas y responsabilidades de la docencia esta la competencia, profesionalismo y dedicación que se exige a los docentes.
La profesión docente es una de las mas fuertemente organizadas del mundo y desempeña un papel muy influyente en diversos ámbitos. Las organizaciones del personal docente pueden contribuir de manera decisiva a instaurar en la profesión un clima de confianza y una actitud positiva ante las innovaciones educativas.

La relación que existe entre un profesor y un alumno es sin lugar a dudas la esencia del proceso pedagógico. Para la mayoría, el profesor es insustituible. La capacidad de aprendizaje e investigación autónomos son esenciales, pero solo se adquieren luego de cierto tiempo de aprendizaje con uno o varios profesores.
El rol del docente es presentar los conocimientos como problemas situando al alumno en un contexto y poniéndolo en perspectiva para que este establezca un nexo entre la solución y otras interrogantes.
Y además, contribuir a la formación del juicio y el sentido de responsabilidad individual para que los alumnos puedan adaptarse a cambios sin dejar de seguir aprendiendo durante toda la vida.

Sin duda estos son los aspectos más importantes que podemos destacar de este capitulo, ya que forman en su conjunto la esencia de la profesión docente. Quizás cada punto pueda desarrollarse mucho mas extensamente, pero lo importante es entender que al integrarnos a esta profesión son muchas las cosas que debemos aprender y muchos sacrificios tenemos que hacer… pero lo más importante es que el futuro de cientos niños estará en nuestras manos y de nosotros depende que esos niños tengan un porvenir sano, feliz y contribuyente al desarrollo del país.

DE Paula at 3:26 p. m. | 0 comments